Filosofía y Misión Slow Food

 

 

Slow Food es una asociación eco-gastronómica sin ánimo de lucro financiada por sus miembros.

Fundada en 1989 por Carlo Petrini en Italia para contrarrestar la fast food y la fast life, impedir la desaparición de las tradiciones gastronómicas locales y combatir la falta de interés general por la nutrición, por los orígenes, los sabores y las consecuencias de nuestras opciones alimentarias.

Hoy, con más de 100.000 miembros en todo el mundo, fomentamos una nueva lógica de producción alimentaria, desarrollamos programas de educación alimentaria y actuamos a favor de la biodiversidad.

Nuestra misión

Slow Food defiende la biodiversidad en la oferta alimentaria, impulsa la educación del gusto y pone en contacto a productores de alimentos de calidad y a coproductores a través de múltiples iniciativas.

Defensa de la biodiversidad

Slow Food considera que el placer que nos procuran bebidas y alimentos de excelencia ha de combinarse con los esfuerzos por salvar las innumerables variedades tradicionales de cereales, legumbres y frutas; las razas animales y productos alimentarios que corren riesgo de desaparición por la imposición de una alimentación sometida por la comodidad y las industrias del sector agrícola. Slow Food trata de proteger ese nuestro inestimable patrimonio gastronómico a través de los proyectos de Arca del Gusto y de Baluartes (puestos en marcha por la Fundación Slow Food para la Biodiversidad), y también de Terra Madre.

Educación del gusto

El gusto es algo subjetivo. Pero se adquiere y es el resultado de una educación. La industria alimentaria, interesada en una estandarización de los sabores, lo sabe mejor que nadie. Contra este fenómeno, de fatales consecuencias sobre nuestras tierras y nuestras formas de vida, Slow Food ha puesto en marcha una serie de programas para todos: al reactivar y educar los sentidos, Slow Food nos permite redescubrir los placeres de la mesa y comprender cuán importante es la procedencia de esos alimentos, la forma de producción y quien los produce. Las actividades de los Convivia nos permiten a todos, socios o no, descubrir alimentos y productores, y los Laboratorios del Gusto nos ofrecen degustaciones dirigidas por expertos alimentarios. Iniciativas en los medios escolares, como son los huertos escolares de convivium, permiten a los más jóvenes beneficiarse de experiencias concretas en relación a lo que comen y lo que ellos mismos cultivan.

Slow Food es cofundador de la Universidad de Ciencias Gastronómicas, para ofrecer en sus cursos enseñanzas relacionadas con la cultura, la ciencia y la historia de la gastronomía. La UNISG (por sus siglas en italiano) es para Slow Food un medio suplementario de reunir la innovación y la investigación de los sectores universitarios y científicos, con los sabores tradicionales de las granjas y de los productores alimentarios, a fin de contribuir al nacimiento de una nueva generación de profesionales alimentarios por todo el mundo.

Poner en contacto a productores y coproductores

Para Slow Food los consumidores son coproductores. Son coproductores porque con sus decisiones de compra participan en las decisiones de producción. Por ello la ocmpra ha de ser responsable para orientar la producción.

Slow Food organiza ferias, mercados y muestras de amplitud local e internacional, a fin de exponer productos de excelencia gastronómica y ofrecer a los consumidores responsables la oportunidad de contactar con los productores.

También apoya circuitos de distribución alternativos como los mercados de productores, proyectos agrícolas con el apoyo de la comunidad o asociaciones de compradores, que contribuyen a disminuir la distancia entre productores y coproductores.